sábado, 14 de agosto de 2010

Magdalenas y recuerdos.

Cuenta Proust en su obra "En busca del tiempo perdido" que el simple olor, textura y sabor de una magdalena le hizo transportarse de manera inmediata a su infancia, cuando comía estos deliciosos pastelitos en casa de su tía.
No es más que una referencia recurrente entre los psicólogos para explicar la evocación de los recuerdos a través de los sentidos.

Hoy tengo demasiadas evocaciones a situaciones/sensaciones que creía olvidadas.

Señorita sorpresa ni se le ocurra intentar hacerme flaquear, no podrá con los años de decepciones, por lo menos..no hoy. Mañana? quién sabe?Vuelva a intentarlo.

Siempre me imaginé estas magdalenas rosas y cursis, capaces de evocar toda una infancia de un solo mordisco.

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